Clásica olla de hierro colado que distribuye uniformemente el calor por la base, los lados y la tapa. El resultado es que la comida no se quema ni queda cruda en el centro. La superficie esmaltada que vitrifica completamente el interior y el exterior de la pieza en negro mate o en color no absorbe la humedad, los colores ni los olores y permite marinar o guardar los alimentos con toda la seguridad en el refrigerador.